lunes, 24 de julio de 2017

Sin querer...queriendo






Sin querer, queriendo
Mis pensamientos en ti se centran
Y no necesito argumentos
Porque en mí, tengo tu esencia.

Sin querer, queriendo
Aparecen anhelos de mil caricias
De mil besos ardientes y encendidos
Envueltos en tu aroma, la mejor brisa.

Sin querer, queriendo
Te sueño,  hasta  cuando estoy despierta
Y creo percibir tu presencia, tu aliento
Aunque venga de largo tu ausencia.

Sin querer, queriendo……
Mi mente te piensa
Mis recuerdos me estremecen
Mi subconsciente te sueña
Mi corazón te siente.


Agustina Antelo.

23 de Julio 2017


Silencio... puro silencio






A veces el silencio se hace tan espeso  a mi  alrededor,  que hasta me cuesta distinguir  el sonido del vuelo de un mosquito que revolotea alrededor de mi oreja.  A veces, el sonido exterior se enmudece por que el  volumen de los  pensamientos sobrepasa todo contexto  y toman las riendas de mis sentimientos dormidos. Pensamientos que deambulan por mi mente, sin ningún orden ni concierto, pues la pereza de los estímulos hace imposible ubicarlas a su debido tiempo. El  caos es la nota predominante….

Los momentos más nostálgicos y arraigados en mi realidad,  se unen a esos otros que me dañan el alma con solo pensarlos y que si pudiera borrarlos los haría desaparecer  de un plumazo. Las sensaciones más pasionales, aquellas que  mostramos  al mundo, libres y orgullosos,  se codean con las más íntimas y reservadas de nuestra existencia.  Los ideales, tantas veces peleados,  ahora se confunden con las migajas que quedan de ellos.  Las emociones, esas  que me  incitan a resurgir y recargar cada partícula de mi ser,  están olvidadas  en un rincón, mientras esas otras que fluyen negativamente,  se acomodan en primera línea. Y qué decir de  los sueños, los mismos que me hacen dormir plácidamente con la expectativa de realizarlos algún día, ahora están oprimidos en el fondo de ese estante imaginario por miles de pesadillas que se han ido acumulando……

Realmente, un caos en este silencio que me envuelve.

En este enredo de pensamientos, hace falta un instante de realidad para unos ojos ciegos, que piden a gritos recobrar  la luz.

Alzo los brazos y estiro mi cuerpo intentando alcanzar el cielo. Cierro los ojos y me sumerjo de lleno en mis silencios,  que me engullen sin compasión. Mi boca no emite ningún sonido pidiendo ayuda, pero poco a  poco, siento fluir la sangre en mis venas  y como mi corazón late con más fuerza que nunca. Un batallón de  pensamientos nuevos se une a los ya existentes  y  como dos ejércitos enfrentados libran la mayor de las batallas. Para cuando abro  mis ojos, la perspectiva ante ellos es diferente, es la objetividad la que se ha hecho dueña del momento, y todo aquel escaparte desordenado que era mi mente, se ha ido velando, desapareciendo,  dando paso  a un punto y aparte para comenzar de nuevo.

La vida sigue y de nuevo estoy lista para afrontarla.

22 de Julio 2017

Agustina Antelo


viernes, 14 de julio de 2017

Fragilidad en cubierto





“Cuanto mayor es la armadura,  más frágil es el Ser que lo habita.”

Hoy llego a mí poder este  mensaje, uno de los muchos que recibo al cabo del día, pero este tenía un algo especial, que me ha tenido cavilando desde entonces. Hay que tener en cuenta que últimamente divago demasiado entre mis silencios  y mis pensamientos.

Ese algo a que me refiero, es la realidad que hay en el contenido de sus palabras, pues deja  en el aire un  método de defensa para afrontar la vida, que me resulta muy familiar,  y al que nombro muchas veces utilizando otro sinónimo.

Yo siempre hablo de él como la “coraza" imaginaria, que me protege de los efectos adversos que vienen del exterior,  y que me ayuda a amortigua sus golpes.  Hoy se me presenta con el nombre de “armadura”, igualmente creada por nuestro subconsciente y que encierra en sí,  la misma esencia “proteger las almas sensibles”

Ir a cuerpo descubierto nos hace vulnerables, y eso lo dice alguien que aparte de años, que ya tengo unos cuantos y eso es un grado, tiene bastante experiencia en esta materia. Para los más sensibles seria exponer cada emoción a una detonación anunciada,  y la vida es demasiado bonita como para arriesgar cada paso que demos  sobre un campo de minas.

Por lo tanto, la fortaleza se consigue protegiendo el alma, la misma que habita bajo nuestra piel y es nuestro un gran tesoro, pues solo a nosotros nos pertenece.
De ahí que mi  armadura, forme parte de mi indumentaria habitual,  por si algo o alguien descubre mi talón de Aquiles.
Las emociones son el punto débil de cualquier mortal y la sensibilidad  un arma de doble filo.

Yo llevo mi armadura con filosofía, y  además la  he pintado de color fluorescente  para que se vea desde lejos,  y así ahuyentar  los malos augurios.

 De los elementos internos, será mi corazón quien tenga la voz cantante.

Agustina Antelo

15 de Julio 2017




domingo, 5 de marzo de 2017

EL VIDENTE







Jolín, vaya cara que me traes ¿Qué te pasa?

Lola entró en silencio hasta el salón, busco el sillón más próximo y se dejó caer sobre él. Después, tras un profundo suspiro, empezó a relatar lo que le había pasado.

Calle Pureza nº 13, ¿te suena de algo?

Pues… así en frío… como que no.

Piensa un poco mujer, el vidente…,  ese del que tanto habla María. Pues de allí vengo, de hacerle una visita.

Pues por tu cara, seguro que te habrá dicho que se va a morir alguien.

Que va, si todo lo que me ha dicho tiene pies y cabeza. Lo que no entiendo es, como unas cartas le pueden dar tanta información. Por más que lo pienso….
Me habló del trabajo…, y todo bien,  tan bien que lo tengo hasta jubilarme, de regulación o primitiva  nada de nada.
Del amor…, y ahí lo que ya sabemos, mi Paco hasta en la sopa. De amores nuevos, nada de nada,  aunque  para qué, más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer.
De la familia…, que sepas que seré abuela, el cuando no me lo ha dicho, será para que no me de un infarto, pero ya me ha dado para pensar.

Pero lo bueno viene ahora, Pilar,… cuando crees que ya ha acabado todo,  coge y te dice – corta aquí- derecha o izquierda- y como es de imaginar elegí  la izquierda, eso de la derecha, ya sabes,  como que me sale sarpullido.
Entonces se me queda mirando fijamente y empieza a hablarme como si le dieran cuerda…. te puedo asegurar, que  me ha dejado atónita con lo que me ha dicho.

¿Te acuerdas del anillo que mi madre me dejó en herencia?, pues me dijo hasta en el cajón donde lo tengo guardado. De los pendientes de oro con brillantitos, esos que tengo en una caja azul dentro de mi ropero, para que no lo encuentren mis hijas, pues él me dijo hasta el número de brillantes que tiene cada uno. Y de la pulsera de oro blanco que me regalaron por mi cumpleaños……. ¿como sabe que esta en el joyero de madera si yo la creía perdida?

Pero Lola, eso es señal de que es un buen vidente ¿no?

Bueno será, pero…... ¿no crees que es para desconfiar? ¿Como sabe él todo eso si yo no lo he comentado con nadie? A mí,  que no me diga que eso se lo dicen las cartas….

Anda... anda…, ya te dijo Maria que te ibas a sorprender y eso que lleva muy barato. Que más quieres, bueno, bonito y barato

Barato…barato….ya te diré cuanto me va a costar  el cambiar las cerraduras. Que no, que no me fío,  que  conoce mi casa mejor que yo.

Quien me mandaría a mi ir al vidente.


Agustina Antelo

sábado, 11 de febrero de 2017

Mis mariposas negras, mis mariposas blancas...





¡Qué triste es una muerte!  De nada sirve adornar el momento con coronas de flores y rezos,  cuando el vacío se ha hecho inquilino de mi  corazón por mucho tiempo.   De nada sirven las palabras de consuelo, pues en mi mente solo está  tu recuerdo. De nada sirve el silencio cuando lo que quiero es mantener  el sonido de tu voz. De  nada  me sirve recrearme en el duelo cuando puedo  retener  en mi piel tus  abrazos tiernos. De nada sirven mis lágrimas,  si lo que quiero es apaciguar este  desasosiego. …

Mariposas Negras  para un día de cementerio, para un día que termina una existencia, para un día en que otra comienza  sin ti.  Mariposas negras para un día de luto, que me acompañan en el último adiós y que  de mi te  alejan.  Mariposas negras, para un día triste en el que se truncaron muchos sueños por vivir.  Mariposas negras…

Después aprendo a vivir con mis vacíos inmensos, con mis noches en blanco y  mis sueños rotos, con mí caminar cansado y solitario, con mis pensamientos tristes y melancólicos. Con mis silencios que  tanto dicen a mi interior, pero que no llegan a ninguna parte. Este es mi duelo, mi transición para seguir adelante.

Mariposas blancas para un día de resurgimiento, para un día en que acepto que te fuiste pero te tengo cerca, para un día en que la soledad  deja de serlo. Mariposas blancas  para un día que me doy cuenta que sigues conmigo, que me arropas, que no te has ido. Mis mariposas blancas a las que me aferro, a las que veo allá donde vaya, visión de dioses para mis sentidos y paz para mi alma.

Ahora sé que no te has ido.


Agustina Antelo.

sábado, 17 de octubre de 2015

Vida para mi vida





Vida para mi vida,  eso es lo que me aporta  cada obra que interpreto, cada  nuevo personaje que llevo  a escena  y  que me evade de esta realidad que no entiendo.

LA NIÑA QUE RIEGA LAS ALBAHACAS,
fue todo un descubrimiento para mí, pues nunca me había transformado en un personaje de cuento.  Mi papel, un de duende alegre y chicharachero, que junto con otros seis más,  ponían el colorido y la chispa a una obra que hizo respirar  la magia en toda la sala. Mi grupo de Teatro “escándalo”,  un total de dieciséis personajes sobre un escenario,  que implicaron  a los presentes a sentirse parte de este mundo infantil  que dejamos atrás hace mucho tiempo. Sin lugar a dudas, la mayor recompensa para mí, fue ver las caras de los niños alucinando, sin pestañear y con sus bocas abiertas, sintiéndose uno más de aquel bosque encantado.  Me gustó la experiencia,  y espero tener de nuevo la oportunidad de volver a repetir la experiencia.



Con UN VESTIDO DE NOVIA…QUE TRAE COLA, el cambio de registro fue enorme pero si hay algo que me gusta de esta  afición mía por la farándula, es el verme en personajes tan distintos y desarrollarlos satisfactoriamente. Mi papel, una mujer madura  que lleva una “cruz” a sus espaldas y que  soluciona todo con rezos y una petaca que lleva en su bolso. Una comedia divertida,  donde todos los personajes pusieron su mejor  toque de humor para llevarla a cabo.


La nota triste en la representación de esta obra fue la muerte de mi padre, una semana antes del estreno. La tristeza  me acompaño ese día,  pero también su recuerdo me  dio la seguridad que necesitaba.


EL TEATRO,  una vez más forma parte de mi vida y sinceramente ¡ME GUSTA!



Agustina Antelo.

jueves, 15 de octubre de 2015

Siete meses y un día








La vida se interpreta según el cristal con que se mire, sin olvidar que la lente es tan frágil,  que puede romper  nuestros esquemas en un abrir y cerrar de ojos.  Desde ese instante solo somos marionetas a merced de un destino incierto, que nos vapulea a su antojo y que sin piedad, SENTENCIA.

Siete meses y un día… esa fue mi condena. Y digan lo que digan,  nunca se está preparado para cumplirla, sea cual fuere el motivo. Ni tan siquiera estamos preparados para asimilar los muchos días se perderán silenciosos  en el calendario,  mientras  que en la realidad se harán eternos.  Nada tiene que ver el recinto donde puedas estar recluida, pues hasta  tus propios pensamientos se pueden volver una cárcel  en un momento dado.
Una medicación  agresiva  donde las haya, que fue  carcomiendo mis entrañas poco a poco,  ese fue mi delito. Solo la aceptación de la condena, la creencia que hay un plazo para superarla  es lo que te libera, momentáneamente,  de esa pena. La pérdida del cabello, las manchas en la piel, la fatiga, el cansancio… síntomas de mi triste penitencia, soportable solo imaginando el final de ella. El tiempo ese enemigo  cruel, interminable, siete meses y un día de larga travesía, con un único fin, vencerlo. Salir victoriosa,  un reto a donde agarrarse, una meta,  una fijación para el día a día,  un optimismo para mantenerse a flote.

Al tiempo nada lo detiene.  Y pasan mis siete meses y un día…. final de mi condena, punto y aparte de medicamentos y secuelas.

"Aire para mis pulmones, luz para mis ojos, fluye la sangre en mis venas…como ríos caudalosos"

 Pasar página y seguir, es lo que ahora toca, mejor a olvidar y disfrutar mi victoria.


Agustina Antelo.